Compartir la vida y misión de la Iglesia. Jufra
Compartir la vida y misión de
Introducción
La Iglesia es la institución más antigua que existe en la era cristiana. Con sus luces y sombras la Iglesia ha dado vida a la cultura occidental. Fueron misioneros cristianos de finales del primer milenio quienes llevaron y preservaron la cultura en
Somos
Fuentes
“Ya cambiado perfectamente en su corazón, a punto de cambiar también en su cuerpo, anda un día cerca de la iglesia de San Damián, que estaba casi derruida y abandonada de todos. Entra en ella, guiándole el Espíritu, a orar, se postra suplicante y devoto ante el crucifijo, y, visitado con toques no acostumbrados en el alma, se reconoce luego distinto de cuando había entrado. Y en este trance, la imagen de Cristo crucificado -cosa nunca oída-, desplegando los labios, habla desde el cuadro a Francisco. Llamándolo por su nombre: «Francisco -le dice-, vete, repara mi casa, que, como ves, se viene del todo al suelo» (…).” (2 Cel 6, 10)
“Sepultados y resucitados con Cristo en el Bautismo, que los hace miembros vivos de la Iglesia, y a ella más estrechamente vinculados por
“En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: - Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.
«Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una vela para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.” (Mt 5, 13-16)
Retos
El principio "COMPARTIR
1. Asumir nuestra pertenencia a la Iglesia desde el bautismo; aceptar y tomar parte en la misión de
2. Sentirnos y ser parte activa de la Iglesia participando en sus acciones pastorales y animando sus celebraciones. Mostrar nuestro amor a la Iglesia aportando el carisma franciscano que ayude a hacerla más evangélica y más cercana al hombre de hoy.
3. Hacer presente el Evangelio en nuestros ambientes cotidianos: familia, trabajo, amistades, estudios…
Puntos de oración
Leer nuevamente los textos.
Subrayar la frase que más me llamó la atención.
Contestar
¿Cómo me siento en este momento en mi fraternidad?
¿Considero que conozco la vida y misión de la Iglesia?
¿Cuál es mi aporte como franciscano a la vida y misión de la Iglesia?
Desde nuestro carisma ¿qué otro aporte significativo y distinto podemos dar?
¿Qué retos me quedan a nivel personal y fraterno?
ORACIÓN FINAL
Tú me has llamado, Señor, en el bautismo. Desde pequeño aprendí a buscarte. Hoy, como joven, quiero seguirte fielmente cada día. Quiero cumplir con fidelidad mis promesas bautismales y ser signo vivo de tu Evangelio y tu Verdad. Quiero ser todo tuyo y darlo todo por ti. Como lo hiciste tú en el Calvario. Enséñame a amar tu Iglesia, a orar por sus ministros y a proclamar con mi vida tu resurrección. Enséñame, buen Jesús, a ser sal y luz del mundo como quieres tú.
Tema elaborado por Raúl Urbina
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