“El ser humano no es una isla”
El ser humano es un ser en relación. Para mí no es concebible que el ser humano pueda existir en ausencia total de otros seres humanos que le hagan compañía, la experiencia me dice que lo mejor que uno puede tener es la compañía de las personas que quiere y que lo quieren a uno. No puedo aceptar que se proponga el aislamiento como forma de vida, pues iría contra la propia condición de seres en relación.
Desde que el ser humano nace, está condenado a relacionarse para sobrevivir o vivir bien. Somos, creo yo, la única especie de seres vivos que no puede valerse por sí mismo hasta pasados varios años de vida. Podemos dominar el mundo, mas no controlar nuestra forma de andar ni de comer ni de protegernos mientras somos niños. Somos los seres más complejos y los más delicados, por lo menos durante los primeros meses o años de vida. Nuestra vida será un eterno relacionarnos con los demás y con nosotros mismos.
El arte de saberse relacionar puede facilitarnos la existencia, pues, encontraremos amigos que nos atiendan en nuestras necesidades. Las buenas relaciones nos pueden traer muchos beneficios, además que nos permitirán realizarnos como personas “sociables”. El bienestar no puede entenderse de manera aislada. Si la sociedad en su conjunto está bien, yo estaré bien.
En cambio, relacionarse de maneras no adecuadas, le llevará a conseguir enemigos. Son las personas conflictivas que no pueden estar en paz con los demás, posiblemente no están en paz consigo mismas. Quien no salga de este círculo de malas relaciones no podrá alcanzar la felicidad.
No es posible vivir aislado, sin ningún tipo de relación interpersonal, pues la vida perdería sentido. ¿Para qué vivir solo, sin ninguna compañía? ¿Por qué luchar? ¿Por quién vivir? Son preguntas que sólo, quien tiene por lo menos a una persona para compartir sus experiencias, puede dar respuestas de forma más profunda.
Es muy común en nuestros días ver a tantas personas víctimas de la cibernética, de las tecnologías de la información y la comunicación. Amigos virtuales, adictos a los últimos celulares, Ipod, MP3, MP4, Play Station, Game boy… y un sinnúmero de artefactos que lo único que hacen es alejar a las personas unas de otras. Cada vez, son más los medios entre las personas. Ya no sabemos hablar cara a cara. Son comunes los espacios como Hi5 y “Sónico” para entablar amistad con personas que nunca llegaremos a conocer personalmente. Y todo esto lo calificamos como útil y necesario. Pero cuando no hay energía, no hay señal o simplemente no hay nadie conectado… nuestra vida parece un fracaso total. Nuestras habilidades se han visto limitadas, gracias al mal uso de la tecnología. Y hemos dejado de ser nosotros mismos. Nos estamos despersonalizando.
_______________________________________
Colaboración de Fray Francisco Vásquez Díaz
0 comentarios: