Publicado por Fray Raúl | 0 comentarios

Perspectivas para la vida religiosa joven.

Estamos en la primer década del siglo XXI. Por lo que se vislumbra en un futuro próximo estamos en un cambio de época que si no nos disponemos al cambio, puede atraparnos bien dormidos. Necesitamos paradígmas nuevos modelos... perder el miedo a hablar de santidad. Marcar la diferencia. Somos consagrados, o sea, apartados para Dios. En medio del mundo, trabajadores del reino, que crece como la semilla de mostaza y fermenta la masa del pan. Bien, no nos dejemos llevar por romanticismos ni nos quedemos en ur realismo vulgar. Procuremos ir en pos de aquello que anhelamos y queremos. La construcción de un presente y un futuro mejor. Con Justicia y Paz. Que todos los hombres y mujeres de buen corazón logren iluminar la realidad fragmentada que vivimos.
Está en nuestras manos ir más allá de lo que se nos pide. Los retos del siglo presente nos invitan a ir más allá de las fronteras, más allá de las prácticas tradicionales de pastoral. Vamos en búsqueda de aquellos miles de jóvenes, que como nosotros - aunque de modos diversos- buscan un verdadero sentido para la vida.

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