Publicado por Fray Raúl | 2 comentarios

¿Qué es lo necesario y que es el lujo?

Hoy discutíamos en la clase de Filosofía Política sobre lo que es necesario y lo que es el lujo en "La República" de Platón. Notábamos que muchas veces es difícil encontrar el límite exacto de estos polos.
Tomando en cuenta que en realidad son pocas las cosas que necesitamos para vivir, podríamos decir que son muchas las cosas que tenemos que entrarían en la categoría de "Lujo". Pero, hay que considerar también los cambios de época y la evolución en las formas de vida y comunicación, los nuevos paradigmas en la educación y la información. El problema también tiene otra variante: evolucionar o desaparecer. Lo que no se actualiza está condenado a vivir anquilosado, luchando contra el presente. Sin embargo, ¿podríamos ir a la par de los cambios de época sin caer en el lujo? La época actual exige que estemos preparados para el diálogo intercultural, aceptar al que es distinto, conocer el ambiente cibernético. El mundo de hoy nos exige nuevas habilidades y destrezas para poder relacionarnos y convivir. Ahora bien, podemos tener acceso a estas nuevas "tecnologías" e inventos ya que se vuelven más que útiles y casi necesarios, pero no podemos decir que, incluso desde nuestra condición en la vida consagrada, no entramos en el dilema de si es necesario o no. Una luz podría ser: que no me interesen las marcas; a lo que otro podría decir lo barato sale caro, mejor caro pero que dure. Entonces diría que tenemos que fijarnos que no todas las cosas que se ofrecen se necesitan. Por ejemplo: si necesito un celular, no necesitaría que tenga radio, cámara, Internet, música... etc. Un celular para hablar, solamente; y hablar lo necesario, lo que sería útil, bueno y verdadero.
Son esos extras lo que dicen mucho del lujo. Vivir con lo necesario (si encontramos lo que es en sí), no es sólo un llamado para la vida religiosa, es un llamado para cada ser humano, antes de que el materialismo, el consumismo y todo lo demás termine por deshumanizarnos. Podríamos aprender de los pobres, nuestros maestros. Viven y las más de las veces sobreviven con menos de lo necesario (esto es injusto e inhumano) pero salen adelante. En nuestros países "en vías de desarrollo" nos queremos acomodar a tener todo hecho. Me refiero a que si las cosas no incluyen una computadora no doy clase. Sin mi Ipod no puedo ir por la calle. No puedo estudiar sin mi compu personal... en fin no puedo vivir sin energía eléctrica. Por decir algo. Y que hay de aquellos que hacen de "la etiqueta" y los banquetes una forma de vida: "sin mi tenedor no puedo comer... y ¿dónde está el cuchillo?" Y aquellos otros que no conocer lo que es andar en las camionetas o autobuses (de acordeón).
Basta de tantos ejemplos. Sin criticar a los que viven por encima del promedio, creo que podemos vivir con lo necesario como lo hacen y lo siguen haciendo los miles y miles de personas que se encuentra algunos puntos por debajo del promedio (PIB). Si los que gastan miles en cosas superficiales lo invirtieran solidariamente con los que viven (o sobreviven) otro sería el problema de nuestra discusión. ¿Qué crees? ¿Se puede vivir con lo necesario?¿Qué es lo necesario?


2 comentarios:

  1. Creo que lo necesario y el lujo es en muchos de los casos una pregunta que suele responderse culturalmente. En contextos de "primer mundo" lo que parece necesario es evidentemente lo que en otros países es un lujo que casi nadie puede darse. Por tanto el patrón cultural no creo pueda ser el determinante.

    En mi opinión hay dos criterios que pueden ayudar: reconocer que tu identidad no está definida por lo que se posee, por tanto, todo aquello en lo que asiente mi identidad es un lujo... por otro lado, la mirada sobre el que "no tiene" de modo que lo necesario sea una especie de sutil delicadeza hacia el otro. Por tanto, creo que este doble criterio puede ayudar... al menos a mí me da pistas.

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  2. Gracias, Juan Antonio.
    En realidad este es un tema que a lo largo de la historia ha dado mucho que hablar, y más de algún autor ha escrito al respecto, sea a favor de una pobreza evangélica o sea a favor de una teología de la retribución. En cierto modo, existe una pobreza que es alienante e inhumana, otra, la opcional o evangélica es en sí otra forma de vida.
    Es interesante como se alaba de san Francisco "la pobreza" (ojalá sea también de los franciscanos). San Francisco nos invita a Vivir SIN DADA PROPIO (RB 1), y ve la pobreza en un medio para alcanzar una verdadera vida en Fraternidad.
    Me parece muy interesante tu propuesta de fijarse "en el que no tiene", tal vez esa actitud contemplativa nos haga más hermanos y más humanos...

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