Publicado por Fray Raúl | 0 comentarios

Tiempo de Cuaresma...

Hemos iniciado el tiempo de Cuaresma que nos prepara para celebrar la Solemnidad de la Pascua...
Bueno, quisiera manifestar algunas inquietudes que se me vienen a la mente a propósito de este tiempo.
Ayuno, Penitencia, Oración y Solidaridad.
¿Cuánta vigencia tienen estos postulados para el joven de hoy? La época post moderna nos invita al consumismo, a una especie de hedonismo, individualismo y dispersión. ¿Estaremos siendo atinados al insistir una y otra vez sobre lo mismo?
La idea de "hacer penitencia" pareciera mandarnos a nadar contra corriente, y siento que lo es. De igual modo lo del ayuno. Pero a mi parecer, no podemos quedarnos en un CUMPLIMIENTO de las normas sólo porque sí. Necesitamos hacer un esfuerzo interior, no solo para desarrollar estos valores (que algunos ven que nos pueden llevar a un pietismo), sino también, trascender lo que hacemos y concretarlo.
Desde lo que yo puedo observar, las sugerencias cuaresmales, dan una gran luz para combatir lo que antes mencionaba. Para acercarse más íntimamente a Dios sería una muy buena opción. Pero no debemos descuidar la parte del compromiso liberador del Evangelio. Por ello, me parece muy atinado lo de la Solidaridad.
No podemos simplemente despreciar estas prácticas de piedad y conformarnos con la lucha social. Lo que deberíamos hacer es balancear nuestras fuerzas, cuidando lo espiritual y el compromiso social.
Pero, ¿será que el tema de lo social ha caducado y no es de actualidad entre la Iglesia Joven? El ser "comprometido" socialmente hablando, como en la época de los 60´s hasta los 80´s, parece que es una cosa de "los viejos". Ciertamente es otra época y los problemas ahora son un poco distintos. Los y las jóvenes de hoy tenemos otros intereses y motivaciones. Otras preocupaciones y otros sueños. Sin embargo, algo sigue atrayendo a los jóvenes a la vida consagrada. La pregunta entonces será ¿qué atrae a los jóvenes hoy en día a la vida religiosa?

Vamos buscando sentido... la vida tiene que ser algo más que lo mismo de siempre...
En el fondo, a mi parecer, hay una gran sed de Dios, sed de profundidad, de vida, de liberación. Y lo manifestamos de muchos modos.
Ahora, ¿hacia dónde debemos ir? ¿Dónde están esas aguas profundas, dónde está nuestra "derecha" para echar las redes..? No podemos ir a la deriva, necesitamos de la sabiduría de quienes han andado ya los caminos... pero nos deben permitir aprender de nuestros errores...
Me parece que el tema de Ser Joven es bastante complicado, y no menos complicado será SER UN JOVEN RELIGIOSO en el siglo XXI...
Existen algunos caminos, que posiblemente dan seguridad, pero necesitaremos hacer nuevas sendas para ir al encuentro de Jesús, pobre y crucificado.

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