Publicado por Enrique Nuñez | 0 comentarios

El Universo Las Tres Reglas Básicas

El Universo
Las Tres Reglas Básicas

1. Visiones del Mundo (Cosmología)

Cada un@ de nosotr@s tiene una visión del Mundo o cosmología o también una mezcla de diferentes cosmologías. La mayor parte del tiempo no examinamos su contenido o qué circunstancias históricas y visiones del mundo nos han modelado. Muchos Cristianos hoy están muy influenciados por visiones del mundo Jerárquicas y Materialistas.

1.1 Visión Jerárquica del mundo

Aprendimos esto de nuestra lectura del Génesis y de la historia de los orígenes del universo. Asimilamos la visión de que el mundo estaba ordenado jerárquicamente. Dios se hallaba en la cumbre de la pirámide con ángeles, hombre, mujer y niñ@s debajo. Debajo de nosotr@s estaban los animales, plantas y rocas. Teníamos almas y ellos no. Éramos espirituales y ellos no. Esta visión situaba lo Divino por encima de la Tierra. La Humanidad, que, sola, pensamos, fue hecha a imagen y semejanza del Divino, estaba también arriba, separada y no conectada realmente con el resto de la creación. Tod@s tendemos a identificarnos con lo que está arriba de nosotr@s y no con lo que está abajo en la pirámide. Lo que está abajo, generalmente no importa mucho. Esta visión es radicalmente antropocéntrica. Solo valora lo que es humano y lo que es útil para los humanos.

1.2 Visión Materialista del mundo.

Esta visión ve la tierra únicamente como materia, sin integridad, sin voz y sin misterio. La Tierra es vista como colección de objetos y su valor es visto en términos de utilidad para la humanidad. Los humanos tenemos el control del destino de la Tierra. La Tierra es considerada como recurso para ser usada y abusada, según nuestra voluntad. Aunque vari@s de nosotr@s han recibido el regalo de preciosas experiencias de la belleza y del misterio del Universo, todavía nos es difícil percibirlo como es, y seguimos viéndolo “fuera” y jamás “dentro”. Finalmente, esto favorece alineación y separación. Aunque desarrollemos un sentido de nuestra vinculación con otros seres humanos, en particular con los pobres y los excluidos, continua siendo una lucha para nosotr@s identificarnos con ellos y experimentamos las injusticias y sufrimientos “de otras criaturas terrenas”. La Tierra sigue siendo telón de fondo para las iniciativas de nuestra justicia social y no una parte integral de ellas.

1.3 Visión Ecológica del Mundo.

Esta visión ve a la persona humana como parte integral de la creación. Cuando comprendemos que estamos vinculad@s a todas las demás criaturas, que estamos emparentad@s con ellas – sus familias; hermanos y hermanas – estamos impulsad@s a una nueva forma de relaciones, impregnada de respeto y responsabilidad. Cuando sabemos que formamos parte de un cuadro más grande y no solo ‘l@s unic@s actores/trices de este teatro’, somos capaces de abandonar completamente la dominación y la postura de control de las visiones previas del mundo, y caminar hacia posturas de cooperación y reciprocidad en nuestras relaciones con la Tierra y con sus criaturas. La visión ecológica del Mundo se orienta hacia la interdependencia y la inter - relación con todos los seres vivos, y los sistemas no vivos de nuestro planeta. Es una visión del mundo biocéntrica y no antropocéntrica. El interrogante en relación con cualquier Plan, causa, tema o programa para la persona que vive fuera de esta perspectiva, es únicamente una: “¿Qué es bueno para toda la comunidad de vida e injusto para los humanos?” La realización comienza a emerger en cuanto creemos que la humanidad no puede ser salvada aislada de la comunidad Terrena. La Tierra ya no es el trasfondo, sino el contexto.

Esta puede ser la única economía viable dentro de la economía de la Tierra, un efectivo sistema educativo humano si la Tierra educa primero a nivel de una espiritualidad humana, si hay una espiritualidad de la Tierra. Esta visión ecológica del mundo nos abre a lo sagrado en cada un@ y en todas las cosas. Somos conscientes de que no podemos conocer nuestra propia historia si no conocemos la historia de la Tierra. Constatamos que hemos emergido de la tierra y hallamos en nosotr@s una profunda resonancia a nivel de lo más hondo cuando nos volvemos a conectar con nuestra Madre. Cada un@ de nosotr@s llegó a la existencia en el planeta bio-espiritual. La Tierra es un lugar sagrado y soy parte de esta sacralidad. Ambos, yo y la tierra activamos una dimensión del Universo , especialmente en cuanto que es revelación de lo Divino.

La lucha para cada un@ de nosotr@s es emplear más tiempo en esta Visión del Mundo, a pesar de muchas contradicciones que seguirán existiendo, a pesar del descubrimiento de una nueva conciencia.


Mucha gente no es consciente de que su historia forma parte de una historia más amplia , es decir, la historia del Universo. Nuestra propia historia no puede ser totalmente comprendida o apreciada, separada de muchas otras historias, incluyendo la de nuestra familia, etnia, grupo, nación, raza, especies y mundo. Hemos emergido como especies ‘muy tardías en el día’ , trece billones de años después del ‘Gran Estallido’, y sin embargo como parte integral de toda la historia de la Humanidad. La gran historia puede sintetizarse en cuatro fases: la historia galáctica, la historia terrena, la historia de vida y la historia humana. Todas las criaturas de la Tierra tienen también una historia que en gran parte es desconocida en la vida moderna. El reto es ver cada una de las historias como ‘historia sagrada’. Durante demasiado tiempo hemos sido alienad@s por parte del Universo, estancado en un mundo centrado en lo humano. La historia del Universo puede ayudarnos a superar esta alienación, aprendiendo a apreciar la ‘Grandeza’ de la creación que nos maravilla y deleita. “Somos el Universo y el Universo somos nosotr@s; De manera muy íntima abrazamos el mundo y el cosmos.”

Estas son las reglas básicas o modelos en el Universo: diferenciación, subjetividad o interioridad, y comunión. Son ‘como la columna vertebral o la corriente sanguínea del Universo modelando la realidad y el curso de la vida.’ Examinaremos ahora cada una de estas reglas.

2. Las Tres Reglas Básicas del Universo:

2.1 Diferenciación

No hay ninguna criatura o persona exactamente igual. Nellie Mc Laughlin afirma en su libro, Out of Wonder (Más allá de la maravilla), ‘ser es ser diferente,’ y esta ‘diferenciación es el proceso a través del cual el universo sostiene la vida.’ Berry, continuando con este tema, afirma que ‘la dirección básica del proceso evolutivo se dirige hacia una constante diferenciación en el interior del orden funcional de las cosas.’
La energía creadora promueve y sostiene este proceso evolutivo. Se expresa en la urgencia de ‘engendrar, transmitir algo, dejar ir…para que el proceso pueda nacer.’ Es una progresión discernible en la historia del Universo, un movimiento hacia una complejidad creciente, y una mayor conciencia. Es un proceso continuo de “devenir”. La energía creadora del universo se convierte en realidad en lo humano, cuando nuestra conciencia pasa de estar ‘centrada en lo humano a estar centrada en la creación.’ Dependiendo de cómo nos abrimos personalmente hacia esta energía creadora, tomamos o bien el camino hacia la mística, que contrarresta el fuerte antropomorfismo en nuestra visión occidental, o hacia la neurosis u otra enfermedad física o mental. Otto Rank, que trabajó con Freud, escribió, ‘Cuando la religión pierde el cosmos, [humanidad] se torna neurótica y psicología inventada.’ La diversidad es vital para la sostenibilidad. Bartlett, en su libro Viviendo con sorpresa, afirma que la ‘diversidad en las poblaciones humanas solo puede existir en un mundo donde se respetan y aprecian las otras culturas y caminos humanos’. Es lo mismo en cuanto a la naturaleza. La red de vida está construida sobre una pirámide de seres diversos. Nadie sabe hasta que punto la pérdida de diversidad conducirá a un gran colapso del sistema.’ Es imposible predecir hasta que punto la desaparición forzada de tantas especies puede tener un impacto irreversible y negativo.

2.1 Interioridad

La segunda tendencia derivada del proceso cosmológico indica que cada persona no solo es diferente de otro ser en el universo, sino que posee su ‘espontaneidad única propia.’ Las tendencias más destructoras en las personas nacen del rechazo a reconocer el hecho de que cada y toda criatura posee su propia subjetividad y su propia ‘autoridad personal.’ Las culturas anteriores a las revoluciones Científicas e Industriales, y de hecho también los pueblos indígenas hoy, poseían la capacidad de ver la profundidad de la realidad interior de cada criatura. Esta conciencia era particularmente visible en sus relaciones con los animales. En el Universo Inesperado, Loren Easily escribía: “Un@ no debe encontrarse a sí mismo hasta que no capte el reflejo desde un ojo diferente al de un ser humano.”
‘Obediencia’ es un valor que tiene el potencial de contrarrestar nuestro aparente ‘autismo’; la separación de nosotr@s mism@s y de otras formas de vida. Obediencia se deriva del verbo latino ‘ab audire,’ que significa ‘escuchar a’. Es una cualidad fundamental necesaria para establecer buenas relaciones con ‘el otro’, incluyendo con Dios, con nosotr@s mism@s, con otr@s y con las criaturas. Según Thomas Berry, la destrucción de cualquier forma de vida es en definitiva la privación de uno de los caminos por los cuales la divinidad se nos manifiesta. Silenciar cualquier voz ‘es equivalente a silenciar la voz de Dios.’
El Jesuita poeta Gerald Manley Hopkins, antes de penetrar en los escritos del Franciscano John Duns Scotus, intentó suprimir su ‘deleite’ especial hacia las criaturas individuales, para intentar penetrar ‘la cosas que están arriba.’ Todas las cosas se tornaron para él una extensión de la encarnación material.
En términos Escolásticos, la humanidad de Jesús es el modelo ejemplar de la creación. Cristo es el modelo en el cual toda la creación está moldeada. Por esto Hopkins pudo escribir “El mundo está lleno de la grandeza de Dios…” (God’s Grandeur). En sus poemas, todas las cosas están haciéndose a sí mismas; son ‘ellas mismas’. Cada una hace lo que es, única y solamente este particular manzano, roble, gusano, etc. Esta es la noción Scotistic de haecceitas o ‘thisness’, siendo esta cosa particular y no otra cosa que parece exactamente igual. Este concepto es adicional a la comprensión Tomística de la realidad como la de materia y forma. Todas las criaturas y elementos son semejantes a Dios en su especificidad y esto merece una profunda reverencia y respeto. Desde la perspectiva Cristiana, todo lo que es, es a causa de Cristo.

Todo sujeto creado es único y en un sistema particularmente organizado. Este fenómeno es universal. Cada criatura obedece a algo de su propio impulso. No obstante como escribe Berry en Befriending the Earth, Amando la Tierra, “El universo no es una demostración de títere sino una realidad que funciona desde el interior de su propia espontaneidad.” Cada elemento en creación coopera y entra en interacción con la ‘energía creativa’ que brota de la Tierra y por consiguiente desde el interior de la humanidad…

Woody Bartlett’s mantiene la esperanza de que la justicia para todas las especies, será una realidad que Thomas Berry y Brian Swimme llaman la era Ecozoic, “en que se respetará el lugar y la contribución de cada un@, y el deseo del conjunto, para preservar las partes que la constituyen. Ahora esta humanidad debe pensar en su conjunto, que esto no significa que pueda evadirse de la responsabilidad de que los seres humanos trabajen para establecer la justicia para tod@s.”

2.3 Comunión/Interconexión

Según Matthew Fox, “la aceptación de la variedad y de la diversidad y la celebración de ambas, es la clave para nuestro ajuste dentro del Universo.” Esto refleja la tercera regla del universo. El universo está ‘vinculado’ de tal manera que cada persona está unida con cada una de las demás , y cada una tiene un impacto en el conjunto. Como afirma David Toolan en su libro, At Home in the Cosmos,( En casa en el Cosmos): “Todos los seres en el gran océano de energía liberada por el gran estallido están interrelacionados, como todos los organismos vivos descienden de los antecesores comunes y esto, efectivamente nos emparienta unos a otros.…Los constituyentes de todas las cosas en el cosmos —moléculas, átomos, y partículas subatómicas — son sistemas únicos en estado de movimiento continuo, vinculándose con cada una de l@s demás y con todas las cosas del cosmos.”

El sistema es más que la suma de las partes. La relación entre las partes es también importante. Cuando los astronautas mandaron las primeras fotos de la Tierra desde el espacio exterior, la humanidad comenzó a caer en la cuenta de que existía una ‘unidad’ de la tierra como sistema. Una comprensión mecánica de la creación destruye la comunión con el Cosmos que San Francisco vivió como un don y afirmó en su canto a la Creación, El Cántico de las Criaturas. Según la otra visión del mundo, cuando alguna cosa funciona mal, es expulsada del sistema, inmovilizada y después reemplazada. Según la teoría de la relatividad de Einstein, ‘toda materia debe ser vista como salto y energía condensada.’ De alguna manera, la ‘nueva ciencia’ comienza a restaurar de Nuevo la visión del cosmos, es decir ‘interdependiente’. Hay un único sistema y la distinción entre sujeto y objeto no es tan clara como en el pasado. Ahora conocemos que el universo se expande y que esta energía y materia son una y la misma, lo que tiene consecuencias significativas para nuestra comprensión de cómo cada parte se relaciona con cada una de las otras partes dentro del conjunto. James Conlon en el capítulo cuarto de su libro Earth Story Sacred Story (Historia de la Tierra, Historia sagrada) relaciona la comunión y la compasión. Cree que en el interior del universo existe un vínculo semejante a ‘ un abrazo compasivo’ que relaciona cada cosa con las demás. Mediante la comunión y la compasión participamos en un proceso que está adviniendo y como dice Thomas Merton hablando de la falacia de la separación, “Lo que tenemos que ser es lo que ya somos.” Uno de los quehaceres importantes de nuestro tiempo es promover las relaciones y sanar las divisiones a todos los niveles.

Los Místicos en todas las tradiciones religiosas que amanecieron a través de los tiempos, como Francisco y Clara de Asís, Mechthild von Magdeburg, Meister Eckhart, Sta. Teresa de Ávila y Gandhi, fueron conscientes, mediante la contemplación, de que toda la realidad es una. Los místicos Musulmanes Mansur al-Hallaj (858-922 C.E.) decía que “el hombre que dice ‘Soy el esclavo de Dios’ afirma dos existencias: la suya y la de Dios...no hay ser sino el de Dios”. Así, desde la perspectiva mística o científica, destruir cualquier parte de la creación es herir nuestro ser más profundo. Mientras lamentamos la distancia creciente entre la humanidad y la creación y la necesidad de relacionarnos con la naturaleza, Carl Jung decía, ‘todo lo que me rodea es parte de mí.’ La Justicia medioambiental y el trabajo para restablecer la armonía a todos los niveles es en último término un trabajo que nos beneficia. Cuando se hiere una criatura, nosotr@s estamos siendo heridos.

¡Diapositivas aqui!
See.Ecology reality Part 1
Diapositiva 1

Documento presentado el sábado 17 de julio en el taller "Abrazo cósmico de San Francisco" impartido por: Fr.Gearóid Francisco Ó Conaire ofm

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