Publicado por Enrique Nuñez | 0 comentarios

La creación en la Biblia

La creación en la Biblia


Muchos pensadores contemporáneos que creen en la importancia de la ecología, han culpado al Cristianismo por ser el mayor causante de actitudes negativas de desarrollo y explotación respecto al mundo natural.

El argumento más influyente fue el expuesto por Lynn White en 1967. Afirmaba que la tradición Judeo-Cristiana, al insistir sobre la supremacía de la humanidad por encima del resto de la creación, hacía que el Cristianismo fuera ‘la religión más antropocéntrica jamás vista en el mundo’. Afirmaba que la teología Cristiana, basada en la creencia Bíblica del Capítulo 1º del Génesis, entendía que la naturaleza había sido creada para servir las necesidades de la humanidad, basada en el argumento de que el ‘hombre’ fue creado a ‘imagen y semejanza de Dios’. Por consiguiente, los seres humanos tenían derecho de ‘subyugar’, ‘usar’ y ‘dominar’ toda la creación. White exige el rechazo del axioma Cristiano en cuanto que afirma que ‘la naturaleza no tiene más razón de existir que la de servir al hombre’.


¿Qué hay de verdad en el argumento de White?

El antagonismo humano hacia la naturaleza puede remontarse hasta la Antigua Grecia y aún antes, cuando se consideraba la necesidad constante de los seres humanos de manipular y a veces destruir nuestro entorno medioambiental. El punto de vista Griego proclamaba la división entre el espíritu y la materia. La teoría, conocida como dualismo, ha influenciado enormemente la comprensión Cristiana de la naturaleza. El punto de vista de la China Tradicional exaltaba en gran manera la naturaleza, pero esto no evitó la gran destrucción de una vasta zona forestal, mucho antes de la emergencia del Cristianismo.

La relación entre la extinción de especies y la llegada de la humanidad es ilustrada con la llegada de los Aborígenes en Australia. La extinción de muchos grandes marsupiales, semejante a los masivos wombat( animal salvaje australiano, parecido a un oso pequeño)-como Diprotodon, aproximadamente paralelos con la llegada de los humanos en el continente.

La conciencia de la distinción entre la humanidad y la naturaleza se remonta probablemente desde antes del primitivo nivel de la evolución humana, cuando las personas impusieron su voluntad sobre algunos animales y los domesticaron. La temprana evolución de la urbanización indica un sentido humano diferente de la separación y alineación de la naturaleza. Tomemos la crítica de White para examinar los aportes Bíblicos, como si la Biblia fuera responsable de la alineación de la naturaleza por parte de los seres humanos.

¿Cuáles son los textos bíblicos que más han influenciado el desarrollo de la visión Cristiana de la naturaleza y el lugar de la humanidad en el mundo? Veremos algunos de los textos más importantes en el Antiguo y Nuevo Testamento e intentaré identificar algunos puntos de vista principales, tal como están expresados en pasajes bíblicos claves: Génesis, otros Libros Históricos, Profetas, Libro de la Sabiduría, y el Nuevo Testamento. Evidentemente, algunos textos han sido más influyentes que otros, particularmente en su interpretación.

Perspectiva Bíblica sobre el Mundo natural

Para que el pueblo del Medio Oriente pudiera sobrevivir en el medio ambiente inhóspito, tuvo que hacer inmensos esfuerzos para dominar y controlar el mundo natural. Los pueblos Bíblicos tenían que estar atentos para mantener el desierto y el caos a raya. (Ps 104:5-9) Fue en esta austera relación con el medio ambiente Tropical donde emergieron muchos diferentes puntos de vista del mundo.

Importancia de la presencia de Dios en la Historia

En Israel, la experiencia de la presencia Divina en los acontecimientos históricos precedió la experiencia de Dios en la naturaleza. Dios fue percibido como Dios Liberador; El que los liberaba de la esclavitud de Egipto y se identificaba totalmente con su pueblo (Ex 3:6-12). Dios era para ell@s un Dios personal, monoteísta, trascendente y a la vez íntimamente comprometido con ellos. El Éxodo se convirtió en el acontecimiento fundamental de la historia de Israel. Este acontecimiento liberador fue sellado una vez para siempre en un compromiso entre Dios y el pueblo.(Ex 24:3-8) y celebrado cada año en la fiesta de la Pascua. (Ex: 12:1-28)

De esta manera, Yahweh como Salvador fue de capital importancia para creer en Yahweh como creador, lo que emergió en un período mucho más tardío de la historia. (aunque aparece en el primer libro de la Biblia). Esta focalización en la relación Divina-humana tendió a ensombrecer la sensibilidad del pueblo hacia el mundo natural.

Dicho esto, es importante anotar que la tradición bíblica no es algo monolítico. Abraza muchas culturas, se desarrolla durante muchas centurias y adquiere muchas perspectivas diferentes. Dada nuestra crisis ecológica es importante descubrir las percepciones que tienen en cuenta todo el universo viviente y construir sobre ellas una teología de la creación.


Génesis 1: 1-2:4a

El Capítulo 1º del Génesis proviene de la tradición Sacerdotal. Fue elaborado para usar para la adoración en el templo. No se trata de un relato científico de la creación. Fue escrito para dar respuesta a los interrogantes más básicos.– ¿Quién creó el mundo y por qué? – La respuesta era clara. Dios creó el mundo y lo sostiene con su poder. Si su poder se retirara, el cosmos se precipitaría en el caos. La palabra Hebrea ‘bara’ solo es usada para la actividad creadora de Yahweh y no requiere materia pre-existente. Así, la frase latina de la creación es ‘ex nihilo’.

Dios que creó el universo se sostiene en sí mismo y trasciende el universo. Su creación es ordenada y nada es Escondido para El. El poder creador de Dios alcanza su cenit en la creación del hombre y de la mujer.

‘Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza y dejémosles ser maestros de los peces del mar, de los pájaros del cielo, del ganado, de todas las bestias salvajes y de los reptiles que se arrastran por la tierra.’ Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, macho y hembra los creó.

Dios los bendijo, diciéndoles, ‘fructificad y multiplicaros, llenad la tierra y conquistadla. Sed maestros de los peces del mar, de los pájaros del cielo y de todos los seres vivos en la tierra.’ (Gen 1:26-28). El Salmo 8: 3-8 hace eco de este mismo punto de vista.

Las repercusiones de este mandamiento de ‘llenad la tierra y conquistadla’ han tenido un impacto muy fuerte en el sentido con que Judíos y Cristianos, se han relacionado con el mundo natural. ¿Acaso el texto del Génesis comporta arrogancia respecto a la naturaleza, con las expresiones empleadas ‘subyugar', ‘dominar', ‘amaestrar', y/o ‘conquistar’?

Mirando el conjunto del texto este mandato cobra sentido a la luz de la necesidad de ordenar la jungla para la supervivencia, pero muchos Biblistas están convencidos de que el mandamiento divino no puede ser interpretado como una autorización absoluta para usar y abusar de la naturaleza.

Es normal que cada nación a quien Yahweh entregó un lote de tierra, encontrara obstáculos en sus esfuerzos para apropiársela (esta idea podemos verla también en Gen 10). A Israel se le entregó Canaán, pero tuvo que adquirirla estando ya habitada. Así, ‘Tierra’ no es terreno en general, sino el terreno particular dado a cada nación. ‘Someter’ es una referencia anticipada a la conquista de Canaán por Israel. (Jos. 18:1 usa la misma palabra). ‘Somete la tierra’ significa ‘somete tu territorio’ y no ‘manipula el medio ambiente'!

Muchos creen que es un reto para los humanos imitar el amor tierno de Dios y actuar como su colaborador-virrey, en relación con los componentes no humanos de la tierra. Se espera que el dominio humano sea ejercido de una manera real. Las palabras ‘imagen’ y ‘semejanza’ se usan para los reyes en comparables informes extra- bíblicos. Las virtudes del rey justo están retratadas en el Ps 72:4-6. Tendrá en cuenta a la vez la defensa de los pobres– ‘que defienda la causa del pobre’ (v.4) – con la preocupación por la fertilidad de la tierra – ‘que sea como la lluvia que cae sobre el césped, como llovizna que empapa la tierra’ (v.6). Dios rige la creación y los humanos estamos llamados a ser cuidadores de la creación de Dios.

La práctica de este dominio está ilustrada en las acciones del justo Noé antes del diluvio; De cada especie de animales trajo dos (macho y hembra) y los hizo entrar en el arca con él, para que no sucumbieran (Gen 6:19). El mandato de Dios a los primeros humanos de que fructificaran y se multiplicaran (1:28) i.e., para continuar existiendo, implica evidentemente que la raza humana ha de tener en cuenta la existencia de otras formas de vida. El gesto de Noé no dejó de tener en cuenta su propio interés (proveerse de alimentos), ya que en el periodo antes del Diluvio, no estaba permitido matarlos para comer carne (1:29-30 – orígenes del vegetarianismo). Solo como concesión ante la inclinación hacia la violencia, Dios les permitió matar animales para tener alimento.(9:1-5).

El primer relato de la creación acaba en Gen 2:3 con el descanso del día Sábado. Moltmann afirma que el objetivo último de la actividad creadora de Dios no es homocéntrica, sino más bien teocéntrica, en cuanto que ‘la coronación de la creación no es el ser humano, sino el Sábado'. Esto es un recuerdo de que los humanos fueron y son criaturas y deben sus vidas y su liberación a Yahweh. Yahweh mostró la importancia de descansar y alabar su creación después del trabajo.

Resumiendo, el primer capítulo de la Biblia nos muestra que la raza humana es delegada para ejercer en la tierra la regla soberana de Dios. Esta regla no debe situarla por encima del mundo, porque está dentro de su complejo sistema. Esta regla transmitida por Noé, se halla en los capítulos 6 – 9, y hace que las especies del mundo sobrevivan al Diluvio.

Es importante tomar conciencia del elemento escatológico del Génesis 1, es decir la orientación hacia el futuro. Dios declara siete veces que la creación es buena. Es una promesa que prevalecerá por encima de todas las fuerzas contrarias. Dios desea que el mundo sea un sistema orientado hacia El (teocéntrico) más que hacia la raza humana (antropocéntrico). Las distorsiones del orden original no durarán. El libro del Apocalipsis termina con una referencia al Génesis 1: La creación es renovada (Apoc. 21:1-22:5), el caos ha sido vencido para siempre (Apoc. 19:11-20:15). Muchos textos bíblicos hablan del orden y armonía original que aparecerán en la nueva era. (Is 11:1-9; Ezeq: 47:1-12).

Génesis 2:4 - 11

El segundo relato de la creación proviene de la tradición Yahwista y es una historia más antigua. Esta tradición sitúa la historia de la creación en medio de un contexto histórico más vasto de la historia humana y cósmica. Yahweh que sacó a Israel de la esclavitud es el mismo Dios que creó el mundo. Los Yahwistas tomaron mitos prestados de otras culturas y los modificaron para apropiarlos a la perspectiva sobre Dios y la historia. Se plantea el interrogante de la existencia del mal a la luz del Dios amante y compasivo. Para los Yahwistas no puede haber surgido de un espíritu rival, sino como resultado de alguna desobediencia primordial.

Este relato de la creación muestra también que los seres humanos son parte del sistema. La historia procede de un género épico de la creación-diluvio: los dioses crearon el mundo y la raza humana; la perturbación que los seres humanos ocasionaron a los dioses provocó que mandaran el diluvio aniquilador; después del diluvio los dioses restauraron su creación añadiendo el designio de la raza humana, para que nunca jamás la población humana fuera expulsada de la tierra.

El relato Yahwista es más sencillo. Los seres humanos han sido creados de la tierra, 'adamah', que está en relación con la palabra 'adam'. 'Dios formó al hombre del barro y sopló en sus narices el aliento de vida; y el hombre se convirtió en un ser vivo'. La imagen es la de un alfarero, modelando cuidadosamente su creación. (Gen 2:7). El hombre es más que tierra.

Los humanos se convierten en seres vivos porque Yahweh insufla vida en ellos. El hombre es creado para ser un jardinero (2:8) y su trabajo se requiere para que florezca la tierra. (2:6). Dios llevó todos los animales y pájaros al hombre, para que pudiera ‘darles nombre’ (2:19). Nombrar no indica tener poder sobre otro, puesto que el hombre en 2:23 nombra a su mujer que Dios le dio como su esposa, como ‘ayudante compatible’ en contraste con los subordinados e ‘incompatibles’ animales antes de traérselos. Partiendo del contexto, 'nombrar' significa autoridad apropiada, afinidad y cuidado.

El vínculo primordial entre los humanos y la tierra solo aparece en la serie de alienaciones sufridas por Adán y Eva a causa de su pecado. El futuro hecho de engendrar de Eva y el trabajo de Adán como jardinero sería efectuado con el sudor de su frente, a causa de la dureza del suelo (‘maldita la tierra por vuestra culpa’). En el Capítulo 6, varias generaciones después de Adán y Eva, la tierra seguirá sufriendo a causa de la desobediencia humana.

'Ahora la tierra se corrompió a la vista de Dios, y se llenó de violencia. Y Dios miró la tierra y estaba corrompida; y toda carne había corrompido sus caminos sobre la tierra. Y Dios dijo a Noé: "He decidido terminar con toda carne, porque la tierra está llena de violencia a causa de ella; Voy a destruirla toda junto con la tierra". (6:11-13)

Tierra aparece seis veces y el verbo 'corromper' es usado a la vez para los seres humanos y para el medioambiente. La tierra comparte las consecuencias terribles del pecado humano. Este vínculo entre el pecado humano y el desastre ecológico nombrado en primer lugar en el Génesis, se repite muchas veces en la Biblia. (Lev 18:25; Deut 29:22-25).

Después del diluvio Dios restaura el sistema; la raza humana sigue siendo su centro responsable (capítulo 9)y Dios reafirma su mandamiento original del Génesis, 1:28: a Noé y a su parentela ‘Dad fruto y multiplicaros y llenad la tierra’ (9:1). Dios no cambia la bendición o designio original, pero pone límites a la población humana (celibate de las mujeres y mortalidad). En contraste con su estado original, ahora los animales y los pájaros temen a los humanos y son entregados a la raza humana como alimento (9:2). Para compensar la nueva vulnerabilidad de los animales, Dios hizo un pacto único con los humanos y los animales, que fuera testimonio del vínculo entre todos los seres vivientes: ‘Establezco mi pacto con vosotros y con vuestros descendientes después de vosotros, y con cada criatura viviente que está con vosotros, los pájaros, el ganado, y todas las bestias de la tierra con vosotros, todas las que entraron en el arca…y nunca jamás carne alguna será destruida por las aguas del diluvio’ (Gen 9:9-11). El pacto de restauración después del diluvio incluye a todas las criaturas vivientes.

La historia de Noé tiene un profundo mensaje para el mundo moderno, donde tantas criaturas se hallan en peligro de extinción. El biólogo Norman Myers nos dijo que incluso si cambiamos ahora nuestros caminos, el 50% de todas las especies en la tierra pueden perderse dentro de pocas décadas. Solamente cerca de 1.7 millones de especies han sido identificadas y se estima que todavía hay cerca de 30 millones que aun no lo han sido.

Resumiendo, el Génesis se nos presenta con las siguientes ideas:

El mundo, los humanos y todas las criaturas fueron creados por Dios para su gloria y le pertenecen. (Ps 24:1 – ‘De Dios es la Tierra y todo lo que la llena, el mundo y todos sus habitantes’). La Tierra no existe para ser explotada. Esta es la base de la visión de la justicia social del Judaísmo. Zedaqah, la palabra Hebrea que significa 'dar a los que tienen necesidad', es el sentido de la justicia. Todo lo que poseemos es un don de Dios. La base de la justicia ecológica – relaciones justas entre los humanos y las demás criaturas – también brota del concepto de pertenencia del mundo a Dios.

Se trata de un orden esencial de la creación que expresa la voluntad de Dios y por lo mismo debe ser perpetuado. El Sábado, como recuerdo del trabajo de la creación, se caracteriza por la prohibición de trabajar y por la necesidad de cuidar nuestras capacidades creadoras de modo apropiado. La Torah nos advierte de la inclinación de los humanos de abusar de nuestros poderes creadores con una serie de prohibiciones y exhortaciones – ‘Guardaréis mis Leyes’ (Lev 19:19; Deut 22:9-11).

Los humanos tienen un lugar especial, hechos a ‘imagen y semejanza de Dios’ pero siguen siendo criaturas (creados de la tierra) y así vinculados con el resto de la creación. Yahweh es también el Salvador bueno y compasivo de Israel, 'dándole su alimento en tiempo oportuno' (Ps 104:27).

Dios cuida activamente las especies no-humanas. (Ps 145:9; 147:7-9; 145:15-16; 104)
Dios preserva las especies. Génesis 1 relata los mecanismos mediante los cuales cada especie existe para prolongarse indefinidamente de cara al futuro. (Gen 1:22). Más tarde, vemos la prohibición de matar a los animales y su descendencia. (Deut 22: 6-7)

Yahweh es un Dios fiel a la comunidad humana y a toda la creación. (Gen 8:22; 9:9-13). Las estaciones, la aurora y el crepúsculo, el plantar y el cosechar son expresiones de la fidelidad de Yahweh. El Génesis insiste en que la Creación es buena y en que el séptimo día es santo (Gen 1:12; 31; 2:2-3). El valor de la creación no solo se expresa en términos económicos o por su utilidad para el pueblo. La Creación sobrepasa la idea de valor, porque cada criatura, incluso la tierra por sí misma permanece ante Dios y tiene valor en sí misma. La bondad esencial de la Creación está reflejada en toda la Biblia (Job 38–39, el Creador se deleita en todos los seres). El Génesis trata del problema del mal en el mundo. Los humanos que están llamados a ser colaboradores, a menudo hierran y pecan. El veneno del pecado está en las relaciones a todos los niveles – con Dios, con los demás y con la creación.

La bondad humana es fuente de esperanza y curación, como en el caso de Noé, con consecuencias positivas para toda la tierra. Dios hizo una Alianza con cada criatura viviente y con la misma tierra: ‘con cada ser viviente’ (Gen 9:12), ‘la tierra’ (9:13), ‘todas las criaturas vivientes y de toda carne’ (9:15), ‘todas las criaturas vivientes de toda carne sobre la tierra’ (9:16) y ‘toda carne que está en la tierra’ (9:17). Más tarde, las prácticas religiosas que implicaban animales y tierra pueden entenderse como expresiones practicas de esta Alianza: En ‘Sábado’ la tierra es devuelta a quien la poseía, el año Sabático (Lev 25:1-5), en contraste con el Sábado semanal, una Alianza entre Yahweh y la humanidad.



3. Salmos

Los salmos nos ofrecen una percepción única de la fe viva de Israel, como comunidad reunida en la plegaria común. Recibimos una percepción de cómo Yahweh se relacionaba con su pueblo y con el mundo creado. El motivo de alabar a Dios como creador es casi tan común como alabar a Dios como salvador de su pueblo. Los dos temas se unen a menudo en el mismo salmo (Ps 95: 1-5) Toda la creación está invitada a alabar a Dios. (Ps. 148: 1, 2-4, 7-12; 96:11-12; 97:6; 103:22). Tiene una especial relación al tratar de la extinción de criaturas. La alabanza que esta criatura particular rinde a Dios es silenciada.

El vínculo tan estrecho entre el trabajo por la justicia y la preocupación por la fructificación de la creación es otro rasgo que impregna los salmos (Ps 145:9, 14-16; 65:9, 13). Uno de los mejores ejemplos de la preocupación de Dios por la creación es el Salmo 104.

Conclusión

Para Israel, la creación no es una cosa sin vida. Tiene sentido en sí misma y trascendiéndose a sí misma, se orienta hacia Dios que creó el mundo y todo lo que contiene. Para el salmista, la creación da testimonio de la bondad y del poder de su creador:
‘Los cielos proclaman la gloria de Dios;
y el firmamento la obra de sus manos,
el día al día le pasa su mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. (Ps 19:1-2)

4. El libro de Job

La perspectiva teocéntrica del relato de la creación se apoya en el Libro de Job cuando el antropocentrismo se criticaba. A causa de sus pérdidas y sufrimientos causados por sus tres ‘amigos’, Job se queja amargamente en sus largos discursos, del trato de Dios para con él y con el universo. Pide una respuesta. La respuesta de Dios a Job en los capítulos culminantes 38–41, es sencillamente una descripción del mundo en dos discursos paralelos. Los discursos contienen un choc: los seres humanos no son el fin o el objetivo de la creación y su conocimiento es totalmente limitado. (ch. 28). El factor humano no es el único en la mente de Dios. Dios tiene intereses más amplios, no conocidos por la inteligencia humana. En Gen. 1 en el Sal. 8 el objetivo y corona del proceso creador es el hombre y la mujer. En el libro de Job, la humanidad es desplazada a la periferia. No todas las cosas creadas por Dios son para el uso humano. Otras criaturas tienen sus necesidades legítimas y Yahweh cuida de ellas en su único hábitat (Job 38: 25-27). Job es importante en el libro y Dios le responde escuchándolo.

Job se va descentrando de su propio dolor y pasa a sensibilizarse por los pobres y oprimidos y en la manera como Dios se relaciona con la creación. Esto interpela al pueblo en el mundo desarrollado, para quitar las escamas de sus ojos, a fin de poder ver cómo su estilo de vida empobrece a millones y destruye la creación. Pero sobre todo el libro pone el énfasis en el teocentrismo por encima del antropocentrismo.

5.1 El Nuevo Testamento

Para los Cristianos, Jesús inició una Nueva Era, predicha por las Escrituras. Dios intervino para establecer un nuevo orden, el 'Reino de Dios'. ‘Este es el tiempo del cumplimiento. El Reino de Dios está cerca. Arrepentíos y creed en el Evangelio’. (Mc 1:15)

Las antiguas promesas se cumplieron por medio de las palabras y hechos de Jesús, incluyendo la bendición de la Alianza y la restauración de la armonía que reinaba en el momento de la creación. La cosmología del Nuevo Testamento es básicamente similar a la del Antiguo. Los seres humanos son un componente integral del mundo bueno creado por Dios. Dañado por el pecado, el mundo (humano y no-humano) debe ser redimido/recreado por Cristo en 'cuerpo y alma'.

¿Qué pensó y enseñó acerca del medio ambiente? La manera mejor fue mediante parábolas en que Jesús usaba analogías de la naturaleza. Las parábolas suponen que Dios se revela en la naturaleza y que también se revela algo fundamental acerca de la estructura del ser, es decir, la gran unidad entre la experiencia diaria del mundo y el reino de Dios.

‘¡Escuchad esto! Un sembrador fue a sembrar’ (Mc 4:3) '¿Con qué compararé el reino…con una semilla de mostaza…’ (Mc 4:30-32) ‘Mirad a los pájaros del cielo...aprended de cómo crecen las flores del campo’ (Mt 6:26, 27).

Relativamente pocos pasajes del Nuevo Testamento tratan explícitamente de la creación o del medioambiente, pero la proclamación básica del NT – Cristo ha sido resucitado de la muerte – es la mayor afirmación acerca de la 'relación de les seres humanos con el mundo natural'. La resurrección es interpretada como una nueva creación porque Cristo, el ser humano representativo, ha vencido a la muerte, el enemigo de la raza y del mundo. El acto de Cristo es como el vencimiento de la oscuridad y de las aguas (el enemigo primordial de los humanos) en el primer relato de la creación. Su resurrección, como ser humano representativo resucitó al mundo como sistema porque la raza humana es una parte integral del sistema.

La contundente afirmación de que Cristo actúa como nueva creación se encuentra en el himno a los Col 1:15-20: 'Es la imagen del Dios invisible, el primer nacido de toda la creación. Porque en El fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, las visibles e invisibles, tronos y dominaciones, principados y poderes; Todas las cosas fueron creadas por medio de El y por El. El es la cabeza del cuerpo, la iglesia. El es el principio, el primer renacido de la muerte'

En la creación Cristo fue la imagen (como en Gen 1:27-28) del Dios invisible, en el sentido en que el mundo creado es modelado según El, orientado hacia El, subordinado a El. La idea de sabiduría personificada está basada en los textos como Proverbios 3:19-20. La resurrección es el signo cósmico de esperanza. Toda la creación está unida en Cristo y de ahí que todas las cosas tienen futuro en Dios, mediante Cristo. Esta es una experiencia liberadora para el creyente y puede liberar nuevas energías para trabajar para alcanzar la sanación de la creación. En el texto clásico de Romanos 8:22-24, Pablo compara el ansia de redención de la creación con los deseos humanos similares. Con el plan de Dios realizado en la resurrección de Cristo, los humanos pueden colaborar trabajando para la redención cósmica.

'Sabemos que la creación entera está gimiendo con dolores de parto...; y no solo la creación, sino también nosotr@s, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en lo más profundo de nosotr@s esperando la adopción filial y la redención de nuestros cuerpos'. Los evangelios sinópticos reflejan menos el aspecto de Cristo como creador. Porque los escritos sinópticos de la salvación de Cristo significan sanación del pueblo y del medioambiente, como está claro en los milagros de curaciones

El liderazgo de Jesús consistió en el servicio (Lc 22: 25-26), que requiere vaciamiento de sí. (Fil 2:6-8), y no busca poder o riqueza. Esta llamada a servir se ilumina con la llamada del Génesis a 'ser maestros de los peces del mar, de los pájaros del cielo y de todas las criaturas vivientes que se mueven sobre la tierra' (Gen 1:26). En el ejemplo siguiente de Cristo este 'dominio' incluye un profundo respeto hacia las leyes ecológicas que rigen toda la creación, el estilo de cuidado que tuvo Noé cuando hizo entrar a los animales en el arca. (Gen: 619).

La pasión de Cristo llama la atención sobre la realidad de sufrimiento que los humanos nos infligimos unos a otros y a la creación. Causando sufrimiento a l@s otr@s, perseguimos el cuerpo de Cristo. Comenzamos a comprender que el cuerpo de Cristo incluye toda la creación. Jesús nos enseña cómo vivir ante el misterio de la muerte. Enfrentándose a la muerte culminó su glorificación (Fil: 2: 9-11). Actualmente, gran parte de la avaricia y del deseo de acumular riqueza material, tiene como raíz la dificultad de hacer frente a nuestra propia mortalidad. La tragedia está en que los pobres y la creación están pagando el precio de esta negación colectiva de los ricos del mundo.


5.2 Esperanza en Cristo

La vida nueva irradia desde Cristo, particularmente hacia los que están cerca de El. Este concepto es expresado de muchas maneras en el Nuevo Testamento, v.g., 'permaneced en Cristo', obedeciendo a Cristo, pero pocas veces emplean la palabra creación para significar la emergencia de un pueblo nuevo, como en 2 Cor. 5:17 que alude a Is 43:18-21 (ver también Gal. 6:15): 'El que está en Cristo es una nueva criatura; las cosas viejas han pasado; contemplad que vienen cosas nuevas'. Y todo esto es desde Dios, que nos ha reconciliado con El mediante Cristo y nos ha entregado este ministerio de reconciliación'.

El himno de Juan 1:1-14 es semejante a Col. 1:1-15 combinando los textos del Génesis 1 y sabiduría para describir el trabajo de Dios: 'En el principio estaba la palabra y la Palabra estaba en Dios y la Palabra era Dios' (v.1). El himno usa metáforas: Jesús es la luz verdadera y dirige palabras de vida a sus seguidor@s. La oscuridad y la incredulidad (referencia a la oscuridad y al caos en Génesis 1) son vencidas por la palabra de Dios y la luz de Cristo.


5.3 Conclusión

Poco a poco comienza a ser evidente para el pueblo que el hecho de aliviar la pobreza y sanar la naturaleza, es la misión esencial para l@s seguidores de Cristo. Nuestro objetivo es crecer en 'vida' y no en 'conocimiento'. Viendo la realidad con objetividad parece que hay poca esperanza de evitar la muerte del planeta, pero a la luz de la resurrección es posible un nuevo camino de vida. Esta es la esperanza expresada en el Apocalipsis: 'Vi una ciudad santa, la nueva Jerusalén, bajando del cielo desde Dios, preparada como esposa adornada para su esposo' (Apoc. 21:3). El pecado humano puede destruirlo todo, pero el poder salvífico de Dios puede triunfar sobre el pecado y conducir a la plenitud a todos los seres humanos, a las comunidades y a toda la creación.

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La creación en la Biblia

Documento presentado el sábado 17 de julio en el taller "Abrazo cósmico de San Francisco" impartido por: Fr.Gearóid Francisco Ó Conaire ofm

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