9/11 tiempo de reflexión

Otro aniversario del 9/11.
Pero existen varios 9/11 que a veces no recordamos. El de Allende, el de Mack... y el de Wall Street. Necesita la humanidad entera detenerse a reflexionar un poco y ver el rumbo que estamos dando al presente y al futuro. La violencia, las guerras, el hambre, las injusticias, la indiferencia, el desamor, el desempleo, el olvido... son algunas de las cosas que se vuelven cada vez más comunes en nuestros ambientes.
Cuando llegamos a optar por la muerte y no por la vida, ciertamente estamos en un camino que nos empuja a la infelicidad. 37 años de Allende, 20 años de Mirna y 9 años de Wall st. ¿Dónde están los culpables, dónde? Los golpistas, algunos muertos, otros presos. Los asesinos, quien sabe, presos o libres, casi es igual. Y los terroristas... ¿dónde están?
A propósito, después de lo de Nueva York, fueron a buscar a un hombre llamado Osama y no lo han encontrado. Tiempo después a otro que escondía "armas de destrucción masiva", a éste último lo ahorcaron y no nos han dicho donde están las dichosas armas; por cierto no veo que el país esté mejor que hace 7 años (antes de la liberación-invación)...

Tolerancia o intolerancia.
Guerra o Paz.
Libre comercio o bloqueo económico.
Petróleo o Uranio.
Democracia o dictadura.
Ateísmo o fanatismo.
Ultraderecha o ultaizquierda.
Liberales o conservadores.
Comprometidos o indiferentes...

En fin, cuando de poner alternativas se trata, la limitación a una es contraria a la libertad. Sobre todo cuando son extremos. Podremos encontrar la "justa media" como querían los filósofos, el equilibrio, la armonía.
¿Cuándo será el día en que todos los humanos, de toda raza, lengua, color, religión, tamaño, sexo, edad... podamos extendernos las manos y abrazarnos?
Con la sonrisa y la simplicidad en los labios.
Con la mirada que acaricia y da paz.
Cuando podamos morir tranquilos,
sabiendo que hemos trabajado por un mundo mejor,
y cuando sabemos que la Humanidad
se ha dado la oportunidad de ser feliz.
Cuando en los diarios no se hable de guerra,
ni de hambre, ni de injusticias.
Cuando no existan muros que nos separen.
Cuando respetemos al que es diferente.
Cuando nos amemos de verdad y con libertad.
Cuando no temamos la noche, ni la lluvia, ni al vecino.
Cuando saludemos a todos.
Nos alegremos con todos y nos comprendamos todos...

¿Cuándo será ese día?

Cuando dejemos de hacer armas de cualquier tipo.
Cuando respetemos a la Madre naturaleza.
Cuando amemos nuestra vida.
Cuando incluyamos y no excluyamos.
Cuando trabajemos por la paz, la justicia, la verdad, la vida, el amor, la santidad...

Ayúdame tú que lees a saber cuándo será aquel día.

Son tantas las preguntas que vienen a mi mente y tantos los problemas que identifico, que me llena de inquietud el simple hecho de no encontrar salidas. Somos tantos hombres y mujeres, y cada uno es un mundo, que parece casi imposible encontrar consenso. Incluyendo a quienes han optado por formas de vida similares, cada quien tiene una interpretación y un modo particular de ver el mundo.
Será que estamos en un tiempo en el que no existe lo Absoluto, lo Universal, lo Eterno. Estaremos inclinándonos al relativismo y al que cada quien tiene su verdad. ¿Todo pensamiento cuenta, por irracional que parezca? No sé a dónde llegaremos. Es la realidad tan compleja que identificar las estructuras y las relaciones que entre las partes de ésta se dan, es ya un gran logro.

Será que para la venida del Hijo del hombre, ¿habrá al menos uno que tenga fe?
El mundo va a pasos ligeros lejos de Aquel que da consistencia a todas las cosas. Cada día se inventan nuevas formas de religión, pero son pocas las que se comprometen con el proyecto de Jesús descrito en Lucas 4, 16.

Me alegra saber que no todo está perdido. Excisten hombres y mujeres que siguen apostando por la vida. Que tienen una visión del mundo esperanzadora. Que trabajan por un mundo mejor. Otro sistema de relaciones. Un mundo menos egoísta y más solidario. Un mundo de justicia y paz. Me alegra recordar a quienes dan su vida por el otro, por el que más los necesita. Me alegra ver esas "semina Verbi" madurando y dando su cosecha a tiempo.