Publicado por Enrique Nuñez | 0 comentarios

Compartir la vida y misión de la Iglesia. Jufra

Compartir la vida y misión de la Iglesia.

Introducción

Somos una gran familia que se reúne en torno a la persona de Cristo. Somos la asamblea del Pueblo de Dios. La Juventud franciscana como parte de la familia de franciscanos tiene una misión dentro de la Iglesia. Pero se hace necesario conocer esta gran familia, así como su vida y misión.

La Iglesia es la institución más antigua que existe en la era cristiana. Con sus luces y sombras la Iglesia ha dado vida a la cultura occidental. Fueron misioneros cristianos de finales del primer milenio quienes llevaron y preservaron la cultura en la Europa incipiente. Después de tantos años, el desinterés por conocer la historia y el rechazo de cualquier forma de autoridad, nos adentramos en un tercer milenio lleno de retos para el joven de hoy y para la Iglesia. Conocer las propuestas y directrices que la Iglesia propone para salir adelante en medio del secularismo y la indiferencia respecto a las cosas de Dios se hace de vital importancia. Debemos hacer el esfuerzo por leer y dar a conocer lo que el Magisterio nos enseña. Tenemos una serie de documentos que aún parecen estar engavetados, llenos de polvo en cualquier rincón de las bibliotecas. Tenemos tanto material que no sabemos qué es ni cómo nos puede ayudar.

Somos la Iglesia. Somos los bautizados que seguimos a Cristo según la regla de san Francisco. Somos los franciscanos que con la fraternidad y la minoridad tratamos de vivir el santo evangelio con nuestra propia vida.

Fuentes

“Ya cambiado perfectamente en su corazón, a punto de cambiar también en su cuerpo, anda un día cerca de la iglesia de San Damián, que estaba casi derruida y abandonada de todos. Entra en ella, guiándole el Espíritu, a orar, se postra suplicante y devoto ante el crucifijo, y, visitado con toques no acostumbrados en el alma, se reconoce luego distinto de cuando había entrado. Y en este trance, la imagen de Cristo crucificado -cosa nunca oída-, desplegando los labios, habla desde el cuadro a Francisco. Llamándolo por su nombre: «Francisco -le dice-, vete, repara mi casa, que, como ves, se viene del todo al suelo» (…).” (2 Cel 6, 10)

“Sepultados y resucitados con Cristo en el Bautismo, que los hace miembros vivos de la Iglesia, y a ella más estrechamente vinculados por la Profesión, háganse testigos e instrumentos de su misión entre los hombres, anunciando a Cristo con la vida y con la palabra (…)”. (Regla OFS 6)

“En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: - Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.

«Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una vela para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.” (Mt 5, 13-16)

Retos

El principio "COMPARTIR LA VIDA Y MISIÓN DE LA IGLESIA" que queremos asumir, nos lleva a comprometernos hacia dentro y hacia fuera de nuestra fraternidad. Esto se traduce en:

1. Asumir nuestra pertenencia a la Iglesia desde el bautismo; aceptar y tomar parte en la misión de la Iglesia.

2. Sentirnos y ser parte activa de la Iglesia participando en sus acciones pastorales y animando sus celebraciones. Mostrar nuestro amor a la Iglesia aportando el carisma franciscano que ayude a hacerla más evangélica y más cercana al hombre de hoy.

3. Hacer presente el Evangelio en nuestros ambientes cotidianos: familia, trabajo, amistades, estudios…

Puntos de oración

Leer nuevamente los textos.

Subrayar la frase que más me llamó la atención.

Contestar

¿Cómo me siento en este momento en mi fraternidad?

¿Considero que conozco la vida y misión de la Iglesia?

¿Cuál es mi aporte como franciscano a la vida y misión de la Iglesia?

Desde nuestro carisma ¿qué otro aporte significativo y distinto podemos dar?

¿Qué retos me quedan a nivel personal y fraterno?

ORACIÓN FINAL

Tú me has llamado, Señor, en el bautismo. Desde pequeño aprendí a buscarte. Hoy, como joven, quiero seguirte fielmente cada día. Quiero cumplir con fidelidad mis promesas bautismales y ser signo vivo de tu Evangelio y tu Verdad. Quiero ser todo tuyo y darlo todo por ti. Como lo hiciste tú en el Calvario. Enséñame a amar tu Iglesia, a orar por sus ministros y a proclamar con mi vida tu resurrección. Enséñame, buen Jesús, a ser sal y luz del mundo como quieres tú.


Tema elaborado por Raúl Urbina


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