Publicado por Fray Raúl | 0 comentarios

Facundo Cabral... In memoriam

Nuevamente corre la sangre en la tierra del Quetzal. El país de la eterna primavera, el que conoció don Miguel Ángel… Tierra de grandes personas, amantes de la paz.

Nuevamente el dolor enluta al mundo. Facundo Cabral fue vilmente asesinado. Hasta el momento son desconocidas las causas del terrible delito. El cantante y poeta mundialmente conocido derramó su sangre como muchos otros… pero… ¿qué se esconde detrás de este macabro crimen?

Guatemala no aguanta más. Muchos conocerán hoy el país de Guatemala a causa de esta tan mala noticia. La ubicarán en el mapa, revisarán la historia, se acercarán al confuso presente y se quedarán como nosotros, pálidos de dolor y de vergüenza. Atónitos y perplejos por no saber cuál es el futuro que nos espera. ¿Será que estamos tocando fondo? ¿Puede la situación ser peor?

No sé que pensar ni qué decir. Busco luces y no las encuentro. Pero queda una última esperanza. Apelar al sentido común y al corazón de carne que en el fondo de cada persona hay. Apelar a la misericordia divina y transformarme en agente de paz. Hacer lo más que pueda y con quienes más pueda para que todo esto cambie. Sumar esperanzas, esas chispitas de bondad que hay en la gente. Concienciar acerca del camino de la paz. De decir lo que siento y luchar por lo que quiero.

No, no quiero darme por vencido y tirar la toalla. Sé que en el corazón de cada ser humano está la fuerza para dar vida y luchar por ella. Hoy nos mataron al poeta, pero su sangre no ha quedar derramada sin más. Ha de ser fermento del hombre y la mujer nueva que sueñan con un mundo mejor. Que asume el reto de ser distinto cada día. De ser mesanjero de paz.

No nos dejaremos vencer por el mal. Sea cual sea el motivo del asesinato, no podemos quedarnos inmóviles. Los que desean el bien ya no pueden permanecer aislados. Hemos de unir fuerzas, proponer ideas y trabajar juntos para que esto cambie. Ahora nuestro mayor enemigo es el individualismo y el creer que cerrando los ojos deja de existir aquello que me lastima. Muchos padecemos los mismos males, tenemos los mismos problemas, pero también tenemos los mismos sueños, las mismas esperanzas. El único y verdadero anhelo de vivir en paz.

Las cosas se han de complicar un poco más todavía. Guatemala estará en el ojo del huracán. Muchos querrán decir y hacer algo. Los políticos tendrán otros motivos para proponer mayor seguridad, más mano dura, pena de muerte para los asesinos… La empresas de armas venderán más este mes, y quienes hacen vehículos blindados tendrán algunas entradas extras… parece que la paz no es rentable. Pero este sistema nos está ahogando lentamente y sin que nos queramos dar cuenta de lo que está pasando.

Ya es tiempo de que nos demos las manos, y juntos forjemos un presente diferente y preparemos las bases para un futuro mejor.

Adiós Facundo.

Adiós poeta, adiós cantor.

La noticia de tu muerte

estremeció al mundo,

y deja en los corazones

el sin sabor de lo incomprensible.

Somos de barro,

frágiles como el cristal.

Somos gente que sueña,

y lucha,

y espera.

Somos la arcilla que espera

superar el difícil proceso

de ser aplastada,

y apretada,

y machacada…

para modelar una nueva forma,

curvilínea belleza

y utilicad perfecta.

Somos los hombres y mujeres

de la nueva América.

Somos los trovadores de la paz.

Arquitectos de la nueva aurora.

Somos como vos, Facundo,

el viejo de cabellos blancos

y corazón grande,

el poeta

y visionario de la paz,

y la verdad,

y el amor…

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