Publicado por Enrique Nuñez | 0 comentarios

Algunos Testimonios de la Nueva Teología

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Algunos Testimonios de la Nueva Teología

Querid@ teólog@ en la Sagrada Escritura hay un hecho indiscutible: el punto terminal, es decir el fin del plan de salvación, en concreto, es la vida eterna con Cristo. Ahora, el fin determina el existir y el obrar de todas las demás causas intermedias. La teología de San Juan y de San Pablo es plenamente cristocéntrica. Las citas más explícitas: EF. 1, 3-10; COL.1, 15-20).
En 1600, cierto teólogo, llamado Thomassin, dijo que las afirmaciones de Duns Escoto eran sustancialmente blasfemas, y se encargó, con la complacencia de muchos, de hacer circular esta opinión entre los eclesiásticos, hasta nuestros días; sin embargo, en los últimos 50 años, mucho ha empezado a cambiar. Hay que enfatizar que, a pesar de todo, la teología escotista ha sido considerada siempre legítima en la Iglesia, a lo largo de todos los siglos.
Ya Pablo VI había exhortado a un grupo de seminaristas estudiantes de teología que estudiaran la teología de Duns Escoto. Y fue buen profeta, porque unos años después, el 20 de marzo del 1993, el Papa Juan Pablo II reconoció el culto que se le ha dado por el pueblo cristiano por todos los 700 años que nos separan de su muerte (1308); lo beatificó, llamándolo cantor del Verbo Encarnado y defensor dela Inmaculada Concepción.
En 2002, a la comisión escotista ( que fue a llevarle el VIII volumen de la edición crítica de Duns Escoto), dijo: “Duns Escoto, con su esplendida doctrina sobre el Primado de Cristo, sobre la Inmaculada Concepción…sigue siendo aun hoy un pilar de la teología católica, un maestro original y rico en impulsos y estímulos para un conocimiento cada vez más completo de las verdades de la fe”.De este rico depósito teológico, pueden sacarse respuestas adecuadas también a las dramáticas interrogantes de la humanidad en este inicio del III milenio cristiano” (2001). BENEDICTO XVI, el 7 de julio de este año 2010, dedicó la audiencia general del miércoles (es como decir: ante todo el mundo) a Duns Escoto, y entre tantas cosas, dijo: “Duns Escoto meditó sobre el misterio de la encarnación y, a diferencia de muchos pensadores cristianos del tiempo, sostuvo que el Hijo de Dios se habría hecho hombre aunque la humanidad no hubiese pecado”. “Afirma en la REPORTATA PARISIENSIA (prosigue el Papa): “pensar que Dios habría renunciado a esa obra si Adán no hubiera pecado sería completamente irrazonable. Por tanto, digo que la caída no fue la causa de la predestinación de Cristo, y que –aunque nadie hubiese caído, ni el ángel ni el hombre- en esta hipótesis Cristo habría estado de todos modos predestinado de la misma manera” (en III SENT., d. 7,4).Este pensamiento (prosigue el Papa; es una cita larga pero vale la pena reproducirla) quizá algo sorprendente, nace porque para Duns Escoto la encarnación del Hijo de Dios, proyectada desde la eternidad por Dios Padre en su designio de amor, es el cumplimiento de la creación, y hace posible a toda criatura, en Cristo y por medio de Él, ser colmada de gracia, y alabar y dar gloria a Dios en la eternidad. Duns Escoto, aun consciente de que en realidad, a causa del pecado original, Cristo nos redimió con su pasión, muerte y resurrección, confirma que la encarnación es la obra mayor y más bella de toda la historia de la salvación, y que no está condicionada por ningún hecho contingente, sino que es la idea original de Dios de unir finalmente toda la creación consigo mismo en la persona y en la carne del Hijo”. Concluye el Papa: “Queridos hermanos y hermanas, esta visión teológica, fuertemente cristocéntrica, nos abre a la contemplación, al estupor y a la gratitud, pues, Cristo es el centro de la historia y del cosmos, es quien da sentido, dignidad y valor a nuestra vida”.
El cardenal Martini, obispo emérito de Milán y “papable”, en 1994 escribió un libro sobre la pasión. Allí se pregunta: “¿por qué se derramó esta sangre? la muerte y la pasión del Hijo de Dios ¿eran realmente necesarias tras la encarnación? Sobre este punto los teólogos están divididos. La pasión ¿no está quizá, como decían los escotistas, subordinadas al fin principal, la encarnación, que es la glorificación del Padre a través del Hijo Jesús? Si rechazamos esta teoría y ponemos en cambio la pasión y la muerte en el centro, como término de la obra de Dios, deriva otro problema: el pecado sería una contribución necesaria a la obra de Dios, porque no hay muerte de Jesús sin pecado”.
Es una teología posible
Hay que caer en la cuenta que la teología es una manera de explicar la Sagrada Escritura y los misterios de la fe y puede cambiar, porque el Espíritu Santo hace “nuevas las cosas” y también la teología.
El 2 de marzo de 2007, el Papa decía al clero de Roma:”La teología ha sido siempre múltiple. Pensemos en los Padres, en el medioevo, la escuela franciscana, la escuela dominicana, etc. Como hemos dicho, la palabra de Dios es siempre más grande que nosotros; por eso no podemos agotar jamás el alcance de esta Palabra, y se necesitan enfoques diversos, diversos tipos de reflexión…el teólogo trate de encontrar pistas que respondan a las exigencias y a los desafíos de nuestro tiempo; y, por otra parte, que sea siempre consciente de que todo esto se basa en la fe dela Iglesia”.
Personalmente, creo que la teología de Duns Escoto responde mejor a las exigencias teológicas y espirituales de nuestro mundo globalizado, abierto más allá de todas las fronteras.

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