Isaías 9:6 Porque un niño nos ha nacido, Dios nos ha dado un hijo, al cual se le ha concedido el poder de gobernar …
¿Dónde Está Jesús?
Una leyenda de pueblo
nos narra esta corta historia,
que aconteció una Navidad
y quedó en la memoria.
Existía la tradición
de hacer un gran nacimiento,
y venía gente de todas partes
al magno acontecimiento.
Todas las piezas estaban
donde habían sido guardadas,
y una por una hasta el parque
con cuidado fueron llevadas.
Colocaron la bella virgen
y a José y los pastores,
los magos venidos de Oriente
de regalos portadores.
Colocaron las ovejas,
en lo alto hasta una estrella,
que brillaba refulgente
y hacía la escena más bella.
Todo estaba en buen estado
inclusive el caserío,
mas hubo consternación,
al ver el pesebre vacío.
¿Dónde está Jesús? decían,
¿dónde está lo principal?
¡Sin El no habrá Navidad,
se ha perdido lo esencial!
Al comprender que sin Jesús
no existía celebración
buscaron hasta encontrarle
olvidado en un rincón.
Hoy podríamos preguntar
cual sucedió en la leyenda,
¿qué ha pasado con Jesús
que no es parte de la agenda?
Ojalá reaccionemos igual
cuando notemos Su ausencia,
y le busquemos de corazón
con presteza y diligencia.
La celebración de la Navidad,
¿en qué se ha convertido?
hay de todo en nuestra fiesta
mas lo principal se ha perdido.
Se compran muchos regalos,
se realizan donaciones,
mas cual es el sentimiento
que anima los corazones.
¿Acaso es sólo el jolgorio
amistades, comida, reunión,
los regalos, la compradera
lo que distingue la ocasión?
Es hermoso el nacimiento
y arreglar la casa entera,
pasar la fiesta en familia
de manera placentera.
Es agradable hacer regalos
y recibirlos por igual,
mas hay que tener presente
lo valioso y fundamental.
Tal vez por tanto tropel
y al consumismo estar atados,
el sentido de la Navidad
de nosotros se ha escapado.
Quizás por fijar la atención
en lo vano y superficial,
nos hace desviar los ojos,
de lo que es primordial.
Al celebrar esta Navidad
recordemos lo esencial,
¡es Jesús en nuestras vidas
y de Su amor ser canal!
Dejemos que El nos enseñe
a ser cada día mejor,
y con toda el alma ofrecerle
nuestra gratitud y amor.
Poema de Sigli Probst
Panamá
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