La Guerra es la Paz del futuro

No puedo dejar de pensar en lo que está sucediendo en Oriente. Los levantamientos civiles son parte de una larga postergación de los intereses del pueblo. No hay mal que dure cien años ni pueblo que lo resista. Está bien. Si la gente está insatisfecha que haga algo. Que se organicen y trabajen por hacer algo distinto. Muy buenos son los ejemplos de Gandhi o lo más reciente en Egipto. No estoy en contra de que los pueblos se levanten, siempre que sean todos o por lo menos la inmensa mayoría. Lo que no me parece y lo que me indigna, es que queriendo garantizar intereses desconocidos todos dicen sí a la guerra. Digo intereses desconocidos porque hay miles de otros problemas que se podrían solucionar con el dinero destinado a las armas. Dos cosas: o no les interesan en realidad o la guerra les dará mejores beneficios.

Miremos a Latino América. El patio trasero de los Estado Unidos. ¿Cuántos son los problemas que venimos acarreando desde hace varias décadas. Pobreza extrema, analfabetismo, desnutrición, insalubridad, inseguridad… pero que se arreglen los pueblos como puedan y los gobernantes que den la cara. Por otro lado están quienes hacen violencia contra los grupos opositores: de diferentes modos, pero violencia al fin y al cabo. Surge aquí el problema. De parte de quién nos pondremos. Del gobierno o de los opositores. Del presidente o de la guerrilla. De parte de la empresa privada o de parte de los campesinos. La correlación de fuerzan nunca es pareja. Pero la tensión parece que de vez en cuando atrae a terceros a intervenir.

Con el poderío militar de los “Americanos” podrían destruir a todos los guerrilleros y narcotraficantes de América Latina apoyando a los gobiernos. O podrían quitar a los gobiernos opresores y dejar en “libertad” a los guerrilleros y disidentes. Pero no… América Latina no. Tiene conciencia todavía. Está cansada de la guerra, pero parece dormida. Nos cansamos pronto de las luchas por la paz. Nos acostumbramos a que los poderosos manden. El problema se hace mayor cuando entramos en discusión.

Están alborotando el avispero. Luego, quién lo podrá contener. El problema es mayor. Se están creando precedentes para “normalizar” las protestas antigubernamentales. Nuestras frágiles democracias no están listas para esto. Muchos años lleva Gadaffi en el poder, pero se les ocurrió que ya era tiempo de que dejara el poder. Son muchos los presidentes, o jefes de gobierno que tal vez no tienen las mejores ideas para gobernar. Pero ¿qué podemos hacer? Invadir y sacarlos del poder a como de lugar…

Norteamérica pasó más de dos siglos (si es que ya no lo practica) poniendo y quitando gobernantes en la “América indígena que aún reza a Jesucristo y aún habla en español”. Van ahora a hacer lo mismo en el resto del mundo. Basta. Los ataques a territorios civiles ya no pueden quedar como un daño colateral de la guerra, como gajes del oficio o accidentes… ¿Quién dice que es tiempo de guerra? ¿Con qué autoridad se atreven estos poderosos a declarar la guerra a un país?

No me agrada la opresión de los pueblos por parte de sus gobernantes. Tampoco me gusta que so pretexto de querer ayudar al pueblo, se invadan territorios y se proponga un estado de guerra. Darle armas a los rebeldes fue un modo de alargar las luchas entre los pueblos hermanos. El problema era antes a quién se daban estas armas. Todos los muertos compatriotas pero la guerra era fría entre dos potencias. Basta de eso.

Cuando entenderemos que los políticos nunca dicen la verdad, ni la conocen ni la buscan. Siempre hay algo de fondo. Porque si se interesaran por la realidad de los pueblos en verdad, ya no habría ni hambre, ni enfermedad, ni ignorancia.