Publicado por Enrique Nuñez | 0 comentarios

El individuo Contemporáneo


Uno de los tantos temas que resaltan en pleno siglo XXI es el individualismo. Este es una exaltación del individuo como tal. Abbagnano afirma en su Diccionario de Filosofía (1988) que el individualismo es proporcionarle al individuo una soberanía suprema, un valor irreversible pero, dejando a un lado lo social con un valor nulo. Sin embargo el individuo es la una unidad insoluble, indivisible, lo que no se puede dividir por nada.

El individualismo se caracteriza por el bienestar personal y es una forma de pensar distorsionada mente. Busca satisfacer sus necesidades, encerándose en sí mismo, olvidando a quienes lo rodean incluso su mascota. Marcado por su egoísmo y su orgullo, lo que menos le importa es el bienestar de los demás. Aunque está al tanto de sus intereses (dinero, moda, música, poder, fama, bienes materiales, etc.) Pero, de lo que menos presta atención es a las necesidades de los demás. Contribuyendo así la decadencia de los valores éticos y morales, y rompe con todo esquema social y cultural de la humanidad ya que permanece incomunicado e indiferente. El tiempo existe sólo para él y vive en un [1]anarquismo. Aunque no podrá ser feliz nunca.

Con la globalización y la modernidad no le falta casi nada al individuo ya que tiene todo alcance de sus manos. Mientras posea el recurso principal (dinero-poder) será fácil y rápido adquirir algo. Esto contribuye con el individualismo porque se valora al que posee… dicho en otros términos, es más importante tener, que ser. Esto es una estrategia para que el individuo viva el resto de su vida engañado.

La comodidad es otro factor importante. Ya que cada vez más el individuo se esfuerza menos, el comprometerse le parece una carga y esto contribuye a que tenga pocas iniciativas y no porque trabaje o estudie más de la cuanta sino porque vela por su comodidad. Podríamos decir que vivimos en una época cómoda pero, desechable. Esto inició con los objetos materiales (televisores, carros, equipos de sonido, computadoras, etc.) hasta trasladarse a nuestras relaciones humanas (amistades, matrimonio, vida religiosa, etc.).

Si el individuo sigue viviendo de esa forma no podrá vivir ni desarrollarse porque atentaría contra su naturaleza humana. En la sagrada escritura afirma: “no es bueno que el hombre esté solo” (Gén 2, 18) y por eso Dios le envió a una compañera. Aristóteles, filósofo-griego (284-322 a.C.) aporta en este caso, que él hombre es un animal político. Por lo tanto la relación del individuo con sus semejantes y con lo que le rodea es parte de su ontología por lo que no podrá renunciar a ella. Sólo viviendo en la comunidad o en la sociedad el individuo podrá contribuir para su desarrollo y maduración personal y social.

Cada individuo encuentra en la sociedad un lugar donde vivir y auto-realizarse de manera personal y por consecuente transforma la sociedad ya que se compromete con la humanidad. Crea en él un sentido de pertenencia y de identidad en su desarrollo personal. Se adquiere un sentido opuesto cuando se convierte en individualismo. Lo cierto es que todos estamos llamados a vivir nuestra individualidad pero no el individualismo. Los cimientos para constituir una sociedad más justa, más fraterna y más humana está en cada individuo que anhela vivir mejor en comunidad sin importar los riesgos. Como referencia podríamos destacar: Mohandas Gandhi (1869-1948), Martin Luther King (1929-1968) y La Madre Teresa de Calcuta (1910-1997). Ellos en su individualidad buscaron obtener una vida acompañada con sus riegos. Pero sólo el que arriesga gana, por eso es necesario que en nuestro viaje en la tierra no busquemos viajar solos. Si ellos pudieron porque nosotros no…


Colaboracion de Dionel Marroquin


[1] Anarquismo: Doctrina que postula al individuo como única realidad, por lo tanto debe ser absolutamente libre, de modo que toda constricción ejercida sobre él es ilegítima. Pág 73

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